Esta majestuosa peana, elaborada en orfebrería de alta calidad, es una pieza única diseñada para realzar la belleza y solemnidad de su entorno. Fabricada con dedicación y esmero, esta obra artesanal es un claro ejemplo de la tradición y el oficio que han perdurado a lo largo de los siglos. Su moldura cincelada a mano, con un nivel de detalle que evoca las más nobles creaciones del pasado, se convierte en un testimonio de la habilidad y precisión que nuestros maestros artesanos plasman en cada rincón.

Con esquinas ochavadas que aportan un carácter solemne y distinguido, esta peana es ideal para sustentar con elegancia la imagen de una virgen o un cristo, garantizando que cada detalle de la imagen se vea enaltecido. También ofrecemos la posibilidad de realizar la peana con esquinas rectas, adaptándonos a las preferencias y necesidades específicas de cada encargo, manteniendo siempre el mismo nivel de excelencia y dedicación.

El acabado en baño de plata otorga a la peana un brillo inconfundible, símbolo de pureza y trascendencia. Este tratamiento no solo realza la belleza de la pieza, sino que también garantiza su durabilidad, protegiéndola del paso del tiempo y asegurando que se conserve en perfectas condiciones durante generaciones.

Cada una de nuestras creaciones es única y se realiza exclusivamente bajo pedido, garantizando que cada cliente reciba una obra irrepetible, diseñada a medida. Esta peana no es solo un soporte, es una expresión de devoción y respeto por el arte sacro, una pieza que, sin duda, enriquecerá cualquier paso procesional o altar con su imponente presencia y cuidado diseño.

Una obra que perdura en el tiempo, como el fervor que inspira.