Este juego de tres potencias de orfebrería, elaborado de forma artesanal en Lucena, es una expresión de arte sacro concebida con solemnidad y excelencia. Cada conjunto se realiza de manera única y bajo pedido, lo que garantiza una atención personalizada y un resultado exclusivo, fiel al espíritu de la tradición que representa.
Forjadas por manos expertas y culminadas con un delicado baño de oro, estas potencias destacan por la armonía de sus formas y la minuciosidad de su ejecución. El diseño, profundamente simbólico, refleja la fuerza y la divinidad con una estética que enaltece la imagen sobre la que se disponen. Sus líneas, pulidas con esmero, presentan una combinación equilibrada entre volumen y ligereza, permitiendo que cada rayo de luz se proyecte con intensidad y recogimiento.
El oro, aplicado mediante técnicas tradicionales de orfebrería, confiere a estas piezas un brillo cálido y duradero, cargado de profundidad visual y sentido espiritual. Los detalles en relieve, ejecutados con precisión, otorgan a cada potencia una riqueza ornamental que realza su presencia sin perder la elegancia sobria que caracteriza a las grandes obras litúrgicas.
La tradición orfebre de Lucena se manifiesta en cada curva, en cada trazo cuidadosamente cincelado, en cada acabado pulido a mano. Este conjunto no solo cumple una función representativa, sino que se convierte en una prolongación del fervor, en un signo visible de la entrega y la devoción.
Cada juego de potencias es una pieza irrepetible, nacida del diálogo entre el arte, la fe y la historia. Pensadas para quienes valoran la autenticidad y la nobleza de los materiales, estas obras están destinadas a ocupar un lugar de honor en un conjunto procesional o en la custodia de un patrimonio devocional que perdura.